Un numeroso grupo de migrantes irrumpió ayer en la sede de la Comisión de Ayuda a Refugiados (Comar) en Tapachula, Chiapas. Los viajeros mostraron así su exasperación tras muchos días de no ser recibidos para regularizar su situación en el país y de tener que subsistir en total incertidumbre.
Podría aducirse que el descontento fue causado por la falta de infraestructura, personal y suficiencia institucional para atender a los solicitantes de asilo en la localidad mencionada, pero tal falta de condiciones se origina, a su vez, en la histórica carencia de visión del Estado mexicano en lo que se refiere al creciente número de personas que llegan a nuestro país, ya sea para transitar por él y dirigirse a Estados Unidos o a fin de permanecer aquí.
Esa carencia se manifestó, con toda su crudeza, el 27 de marzo anterior, cuando en la estación migratoria de Ciudad Juárez hubo un incendio en el que murieron 40 personas que estaban retenidas allí, pero es sufrida en forma cotidiana por miles de personas que llegan a México para escapar de la miseria o por amenazas a su vida en sus lugares de origen.
El Instituto Nacional de Migración (INM), entidad concebida para administrar la llegada y el tránsito de extranjeros en forma individual, se encuentra desbordado desde hace años por el flujo humano masivo procedente de América Latina, el Caribe, África y Asia, mientras la Comar no tiene ni el marco legal ni los recursos necesarios para hacer frente a la situación.
El actual gobierno ha buscado disminuir la llegada de migrantes mediante la aplicación de los programas sociales Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en varios de los países en los que se origina buena parte de este río humano, y ha insistido en la necesidad de que Estados Unidos, en su calidad de foco principal de atracción de los viajeros, colabore en ese esfuerzo. La aplicación de tales programas ha rendido frutos, sin duda, y han llevado a la mayor parte de sus beneficiarios a tomar la decisión de permanecer en sus países de origen. Pero es claro que, por sí misma, esa política de cooperación no va a causar a corto plazo una baja drástica del flujo migratorio y se requiere, además, avanzar hacia una nueva estrategia para recibir a los viajeros en el territorio nacional.
A menos que se pretenda aplicar en México una política migratoria restrictiva, xenofóbica y contraria a los derechos humanos, como ocurre en Estados Unidos, es urgente una reformulación institucional y legal de las instituciones encargadas de regular la llegada, el tránsito o el asentamiento de los centenares de miles de personas que llegan a México en tránsito, en busca de mejores condiciones de vida o huyendo de las amenazas de la delincuencia o de persecuciones políticas, étnicas o religiosas, así como un plan estratégico de atención a esos viajeros. Así lo demandan los principios éticos fundamentales, las tradiciones del país y las consideraciones de gobernabilidad. (Editorial, La Jornada, p. 2)
Otra vez la Frontera Sur
Nuevamente son imágenes de la frontera sur las que han encendido alertas sobre el reactivado e intensificado flujo migrante que entra a nuestro país por Chiapas con la intención de llegar a Estados Unidos. Fue en las instalaciones de la Comisión de Refugiados donde ocurrió un portazo en el que participaron cientos si no es que miles de haitianos.
En los videos se aprecia cómo empujan vallas metálicas y de pronto los que se encuentran adelante de los grupos son arrollados por otros que están atrás. En estas páginas hemos dado cuenta del incremento que han tenido los indicadores de migración irregular. En julio pasado, 72 mil 223 personas extranjeras fueron detenidas en el país, una cifra no vista anteriormente. Estados Unidos reportó también un aumento de capturas para ubicarlas en 183 mil 503. Ahí los datos, y los riesgos. (Rozones, La Razón, LA DOS, p. 2)
Jugadores mexicanos naturalizados contarán como mexicanos
Se dice que entre algunos clubes está la iniciativa de presentar ante la presidencia de la Liga MX, en los próximos meses, una propuesta para que los jugadores naturalizados cuenten como Formados en México, y no ocupen plaza de No Formados o extranjeros (para hablar en español), como se hace hasta ahora. Esto a todas luces es para seguir teniendo cupos para los foráneos, ahora que se viene la reducción a mediano plazo y que el negocio no flaquee. (Barra Brava, El Universal, Deportes, p. UD B3)
Giorgia Meloni, primera ministra italiana, vive momentos de alta tensión. En las últimas semanas ha estado al centro de los titulares por diversos motivos: desde su airado intercambio de declaraciones con el presidente francés, hasta las bufonadas de su marido en televisión. Meloni es, sin duda, protagonista de la agenda europea en estos momentos.
Meloni ganó las elecciones bajo banderas que suelen relacionarse con la derecha más declarada. Desde postulados en contra del aborto a una posición intransigente y radical en cuanto a la inmigración. Prometió ser una dama de hierro que se opusiera a las políticas progresistas y más eurocéntricas. Así, Meloni busca recuperar fuerza para Italia en un mapa geopolítico en el que cada vez se desdibujaba más su influencia y quedaba relegada a un papel de segunda.
Si bien es cierto que Italia necesita de una mano firme en el timón luego de la inestabilidad de los últimos gobiernos, desde el delincuente de Berlusconi a la serie de burócratas grises que lo sucedieron, el país ha ido a la deriva movido más por los vientos provenientes de Bruselas que con un rumbo propio. Con Meloni, la promesa de dejar de ser el patio trasero de la Unión Europea es una realidad.
Meloni se ha mostrado como una férrea defensora de los intereses de Italia, incluso cuando éstos van en contra de lo que la Unión marca. Desde sus postulados conservadores hasta su forma de manejar el comercio internacional, Meloni sigue la fórmula de otros mandatarios conservadores de su tiempo: “Italia es primero”. Sin embargo, Meloni dista mucho de ser una disparatada o improvisada en el poder. Con discursos poderosos y enérgicos, ha alzado la voz en contra de la hipocresía de naciones como Francia que apoya la recepción de migrantes sin realmente elaborar un plan de ayuda, solidaridad y responsabilidad compartida con las naciones receptoras, como lo es Italia.
La situación en Lampedusa, ahogada en migrantes, es de emergencia. Meloni ya ha anunciado una fuerte inversión para ampliar los centros de registro y repatriación. Ella será la villana del cuento de miles de historias, pero también es cierto que Europa ha dejado sola a Italia y que por más que los mismos italianos han tratado de ser hospitalarios con los refugiados, la capacidad de la isla es limitada. Se ha hablado por años de tener cuotas de recepción entre los países de la Unión, mientras que lo único que se ve es cómo países como Alemania cierran las puertas y miran para otro lado.
Podemos quejarnos de la inhumana estrategia de Meloni, pero mientras no exista una estrategia internacional que busque remediar las causas de la migración, escenas como la de Lampedusa y “soluciones” como las de Meloni serán lo único que habrá en el horizonte. (Montserrat Salomón, La Razón, Mundo, p. 23)
Cada año, la presidenta de la Comisión Europea pronuncia ante el Parlamento Europeo un discurso sobre el estado de la Unión Europea (UE). Se trata de un gran momento democrático, de rendición de cuentas, reflexión y debate sobre el rumbo de nuestra Unión.
El pasado 13 de septiembre, la presidenta, Ursula von der Leyen se dio a la tarea, recalcando el contexto histórico en el cual le ha tocado encabezar al Ejecutivo europeo en los últimos cuatro años. A poco más de un año del final de su mandato (renovable) y a menos de 300 días de las próximas elecciones del Parlamento Europeo (que se celebrarán una semana después de las de México), la sra. Von der Leyen presentó los avances de la UE desde 2019, los cuales han transformado nuestra Unión ante retos históricos: la pandemia de covid, el regreso de la guerra a Europa con la agresión rusa contra Ucrania y la preservación del planeta.
La estrategia propuesta en 2019 por la Comisión Europea, avalada por los colegisladores europeos —el Parlamento Europeo y el Consejo (donde están representados los 27 Estados miembros)— es el Pacto Verde Europeo, el cual busca alinear todas las políticas europeas hacia nuestros objetivos de transición verde, digital e inclusiva.
Su ambición ha sido regularmente revisada al alza: frente a la pandemia, con el megaplan de inversión NextGenerationEU de 800 mil millones de euros; ante la invasión rusa contra Ucrania, con esfuerzos como la iniciativa REPowerEU, para asegurar la autonomía estratégica de Europa en materia energética; finalmente, en la carrera hacia la necesidad de acelerar la lucha contra el cambio climático.
En su discurso, la presidenta Von der Leyen refrendó su intención de seguir adelante con el Pacto Verde Europeo, pero subrayó la necesidad de implementarlo, cuidando que no se deje a nadie atrás, trabajando de la mano con agricultores y ayudando a la industria a operar las transformaciones aceleradas que requiere la transición verde. Eso es lo que ha empezado a hacer la UE con la presentación del proyecto de ley industrial “net zero”.
La presidenta defendió una visión equilibrada de las migraciones, llamando a los Estados miembros a finalizar la adopción del pacto migratorio, que busca migraciones ordenadas cumpliendo la vocación humanista y de asilo de la UE, así como respondiendo a las necesidades de su economía, que está cerca del pleno empleo. También enfatizó la necesidad de seguir combatiendo la violencia contra las mujeres para alcanzar una verdadera igualdad.
En política exterior, reafirmó el inquebrantable apoyo de la UE a Ucrania. De hecho, un invitado especial de su discurso fue el escritor colombiano Héctor Abad, quien estaba con la joven escritora ucraniana Victoria Amelina cuando la mató un misil ruso en Kramatorsk. En la próxima Feria Internacional del Libro de Guadalajara, contaremos con la presencia de Héctor y juntos rendiremos tributo a Victoria.
Por otro lado, la presidenta refrendó su intención de apoyar inversiones internacionales en proyectos clave en el marco de la iniciativa Global Gateway. Asimismo, insistió en el objetivo de concluir nuevos acuerdos, como el Acuerdo Global modernizado UE-México, para finales de este año.
Finalmente, se refirió a otra tarea histórica para la UE: la integración en la UE de los países de los Balcanes occidentales, Ucrania y Moldavia, sin olvidar la aspiración europea del pueblo georgiano. Dichos países deben realizar las reformas necesarias para cumplir con los requisitos de adhesión, pero, al mismo tiempo, la UE debe preparase para acogerlos y convertirse en una Unión funcional de más de 30 miembros, como lo ha hecho exitosamente con las ampliaciones anteriores.
Frente a todos estos desafíos, la UE quiere responder al llamado de la historia: no sola, sino como un miembro responsable de la comunidad de naciones. (Gautier Mignot, Excélsior, Global, p. 24)
Madre no buscadora
(Kemchs, El Universal, Opinión, p. A14)
Ovidio Gate
(Osvaldo, El Sol de México, Análisis, p. 15, La Prensa, Editorial, p. 6 y Ovaciones, Opinión, p. 28)