Que el que no pasó los filtros de la 4T fue el delegado federal en Jalisco, Carlos Lomelí, quien decidió renunciar antes de que el propio Presidente lo separara del cargo por las pruebas de conflicto de interés que ya tiene documentadas la Secretaría de la Función Pública y serán presentadas la próxima semana. La noticia se dio a conocer justo cuando AMLO visitaba aquel estado, pero mientras se dice dentro del gobierno federal que el tema no termina aquí, pues hasta la Unidad de Inteligencia Financiera le está siguiendo la pista al personaje, resulta que en el puesto quedó ni más ni menos que José Luis Soltero Meza, abogado del renunciante… no, pues sí. (Milenio Diario, p. 2)
La salida de Carlos Urzúa como secretario de Hacienda y Crédito Público del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, puso al descubierto el desorden de las finanzas públicas de la llamada Cuarta Transformación.
En su carta de renuncia, el exfuncionario mencionó los motivos ideológicos y de imposición con los que no coincidía y lo llevaron a tomar esa decisión que de inmediato sacudió al país, como ocurriría en cualquier otra nación.
La falta de coordinación entre el secretario de Hacienda y sus colaboradores, que ahora sabemos algunos le fueron impuestos, se evidenció el pasado lunes, cuando un laboratorio farmacéutico publicó el desplegado donde reconocen la intención de la secretaría para liquidar los adeudos acumulados desde principio de año, empero no han sido liberados los cheques por la inacción del área encargada de liberar los recursos, o sea la Oficialía Mayor de Hacienda a la que AMLO encargó la compra de todos los medicamentos e insumos del sector salud. (Manuel Mejido, El Sol de México, p. Nacional 17)
Las cartas de renuncia son como las cartas de desamor. Están escritas con cuidado para no decir de más, pero entre líneas provocan una dolorosa fantasía sin límites. Se va formando ya el epistolario de salida de la 4T. En la nueva carta, cuatro párrafos lograron el efecto de un susto sísmico en el interior del gabinete y en la economía entera del país.
Del terremoto no hubo réplica. Andrés Manuel López Obrador lo tomó con calma, nombró al siguiente y atendió a los que padecían crisis nerviosa.
Claro, hubo quien se comió vivo al ex secretario de Hacienda, autor de la carta. También quien lo convirtió en un héroe. O las dos cosas, una tras otra. Los cuatro párrafos son suficientemente oscuros y ambiguos como para ser convertidos en bandera de lo que sea. (Luis Petersen Farah, Milenio Diario, p. nal13)
Si la cartilla moral se piensa que ayudará a eliminar la corrupción a través de los valores y principios, debemos recordar esta frase, totalmente cínica, de quien se autonombraba el alazán tostado.
La corrupción no se combate creando conciencia, sino poniendo candados para dificultar los negocios privados y endureciendo las penas a quienes logren su objetivo. La sabiduría popular dice que “con el arca abierta, hasta el justo peca”.
Sin embargo, el objetivo primordial de este documento, se ha dicho en varias ocasiones, es contrarrestar la crisis de valores que acecha a nuestro país.
Este documento refleja la problemática de la 4T: muy buenas intenciones, pero la ejecución desenfocada del objetivo primordial.
El diagnóstico es correcto: vivimos una crisis de valores de todo tipo. Sin embargo, las soluciones deben ajustarse a estos tiempos. El contenido de este documento son doce temas y dos resúmenes. (Ricardo Homs, El Universal, p. Nacional 13)
Justo al año del triunfo del presidente López Obrador con la bandera de limpiar la corrupción, el gobernador electo de Baja California, el morenista Jaime Bonilla, pide y acepta el regalo de la impunidad, al conseguir este lunes 8 de julio la ampliación de su mandato de dos a cinco años con el apoyo del cuestionado brazo legislativo de Francisco Kiko Vega, cuya pésima administración sepultó la hegemonía que el Partido Acción Nacional había conservado en cinco sexenios.
Algo, sin embargo, debe hacer con éxito el aún gobernador, a quien en el PRI de Peña Nieto consideraban, en privado, como el Duarte del PAN, sin conseguir nunca la autorización de los altos mandos para balconearlo.
Esa misma capacidad que le permitió a Kiko Vega escapar de las denuncias priistas fue la que desplegó en las elecciones federales de 2018 y en las estatales de junio pasado para no incomodar a Morena.
Sabedor de que su gestión había terminado de hundir a la marca PAN entre los bajacalifornianos, el gobernador buscó salvarse. Y lo hizo con el respaldo del Congreso –de mayoría panista– que ahora le ha regalado a Jaime Bonilla la ampliación de un mandato que antes le negó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. (Ivonne Melgar, Excélsior, p. Principal 6)
Detrás de la más reciente ronda de ataques a México este mes de junio, llevados a un extremo inimaginable diez o 20 años atrás, está una larga y complicada historia personal de racismo del actual presidente de Estados Unidos, el agotamiento del modelo democrático de aquel país, así como una serie de errores de los gobiernos, tanto republicanos como demócratas, para resolver al menos dos problemas básicos de su economía: los efectos indeseables de la globalización, que dejó a miles sin empleos o con empleos de baja calidad y la inviabilidad del sistema de salud.
En esta ocasión, libramos lo que hubiera sido el inicio de una guerra de aranceles que sólo hubiera afectado a las personas en los empleos más frágiles en las cadenas de abasto, producción y distribución de las empresas más directamente beneficiadas por el Tratado de Libre Comercio.
Sin embargo, como lo demuestran las actitudes irresponsables y arrogantes de Donald Trump durante esta semana, la amenaza no ha terminado. El supuesto acuerdo secreto, que no lo fue tanto luego de que The Washington Post ampliara la imagen que uno de sus fotógrafos tomó al papel que Trump ondeó como prueba de ese supuesto acuerdo, sumado a muchas otras instancias en las que él ha mentido o alardeado, deja ver que estamos apenas en el inicio de lo que será poco más de un año de constantes ataques que se recrudecerán en la medida que nos acerquemos a la elección de noviembre de 2020. (Manuel Gómez Granados, Excélsior, p.8)
El secretario de Hacienda Carlos Urzúa presentó su renuncia después de siete meses y días de hacerse cargo de uno de los puestos clave del gabinete presidencial. ¿Qué tanto perjudica su dimisión al gobierno de la 4T?: 56 por ciento de 3 mil 191 participantes en el sondeo realizado esta semana contestó nada; 31 por ciento repuso poco, y 12 por ciento, mucho. Metodología.- El cuestionario fue distribuido por redes sociales. Fue contestado por 2 mil 249 personas de Twitter; 466 de Facebook y 476 de El Foro México. Algunas opiniones: Twitter.- La maquinaria de la 4T está funcionando, sufrió una avería menor, pero a la brevedad fue reparada y ahí está con todos sus indicadores sin modificación significativa. (Enrique Galván Ochoa, La Jornada, p. 6)
El margen de maniobra de Andrés Manuel López Obrador para realizar la transformación del régimen político y el modelo económico es, aun con la impresionante votación obtenida tanto por él como por su movimiento, reducido. Y, claro, conforme avance el sexenio, más se estrechará.
En ello encuentra explicación la prisa por desarmar la estructura vigente y armar aquella que, según la idea, acabará de raíz con la impunidad criminal, la pusilanimidad política, la desigualdad social y la inseguridad pública. Como pocos mandatarios, el tabasqueno ensaya su posibilidad y, en ese ejercicio no exento de contradicciones, atina y desatina en su actuación y acción, encarando la resistencia y la turbulencia, las zancadillas y los tropiezos e, incluso, el miedo y el nerviosismo que el solo anuncio de un cambio de esa magnitud engendra. (René Delgado, Reforma, p. Nacional 10)
Tratar de entender a Trump se ha vuelto una de las labores más complicadas y, sin embargo, indispensables, no solo para periodistas y analistas, sino para funcionarios en su propio entorno, políticos en Washington y en todo el planeta, personas que tarde o temprano, tienen que tratar con el presidente de la nación más poderosa del globo.
Antes de su toma de posesión, había muchas referencias a la forma de conducirse del Trump empresario, pero no teníamos experiencia en cuanto a su comportamiento en temas de seguridad global, comercio internacional, manejo de tratados multilaterales o diplomacia. Dado que no sabemos si deberemos tratar con él dos o seis años más, y dado que frecuentemente tendemos a leerlo equivocadamente, o dudamos de hasta dónde puede llegar con sus amenazas, hoy, tras dos años y medio de gobierno, cuando hemos ido acumulando algo de experiencia acerca de su conducta en esos rubros, tenemos algunas nociones para comprenderlo un poco mejor. Esbozo algunas.
Quizás debemos partir de que la cabeza de Trump es una especie de torbellino dentro del cual se mueven muchas “corrientes” a la vez. En una de esas corrientes, se encuentra la idea de pasar a la historia como el presidente que logró que EEUU sea “grande otra vez”—lo que, obvio, parte de una concepción de que el país que le fue entregado era un desastre total, una “carnicería” llena de peligros, fuera de orden, con sus fronteras descuidadas, un país del que todos se aprovechaban—y esto debe conseguirse colocando los intereses de los estadounidenses “primero”. Es natural, piensa Trump, cada líder debe ver por su propio país, tontos serían si no lo hicieran, y su trabajo es ver por los intereses del suyo. (Mauricio Meschoulam, El Universal, p. 13)
DOS perdedores, un ganador y una funcionaria que se quería colgar la medalla sin merecerlo es el saldo de la caída del superdelegado en Jalisco, Carlos Lomelí.
PIERDE su más ferviente defensora: la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, pues no pudo frenar su remoción. También Manuel Peraza, el superdelegado en Nayarit, quien obtuvo su cargo gracias a la influencia de Lomelí en la región.
GANA el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, quien había insistido en que el superdelegado andaba en malos pasos y no le hacían caso. Ayer, hasta cerró con el Presidente un acuerdo para la Línea 4 del tren urbano en Guadalajara.
Y QUIEN quería quedarse con el crédito fue la titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, a pesar de que fueron organismos de la sociedad civil y medios de información los que sacaron a relucir los trapitos sucios de Lomelí. ¿Tan pocas victorias tienen que se roban las que no son suyas? Es pregunta ¡que no da crédito! (F. Bartolomé, Reforma, p. Nacional 10)